II.
La noche se derrama
como un líquido viscoso
que quiere lamerme los pies desnudos
y yo tengo miedo.
La noche se atrinchera
en las esquinas de una ciudad
tan oscura como las esquinas
de este cuarto donde no me encuentro,
ni agarrándome a las paredes.
Ni el faro más poderoso de este mundo
podría iluminar
una noche tan angosta,
tan fría,
tan negra.
Y sólo porque no estás.